Guillermo del Toro está de regreso con un delicioso thriller de estafas con un conjunto de estrellas en la luz negra. Karln sabe cómo capturar a la audiencia con una historia fascinante, pero lamentablemente esta es demasiado larga y predecible para ser tan aguda.
Nuestro misterioso antihéroe arroja un cadáver, incendia una casa y toma el autobús hasta el fin del mundo, donde un circo ambulante destartalado ofrece trabajo y refugio.
El tranquilo pero ambicioso Stanley Carlisle (Bradley Cooper) está aterrorizado y fascinado por el variopinto conjunto del parque de diversiones, dirigido por un escurridizo Willem Dafoe. Estamos a fines de la década de 1930 en algún lugar de Estados Unidos, la radio advierte sobre la guerra y la gente felizmente paga para ser distraída por acróbatas vigilantes, hombres sobrehumanamente fuertes o mujeres con cuerpo de araña. Mucho es una estafa y una reverencia, por supuesto, pero por 25 centavos puedes olvidarte de la vida cotidiana por un tiempo.
El circo es un microcosmos de tipos fascinantes e impredecibles. El pueblo consigue un trabajo como todo-en-todo y comienza a familiarizarse con sus nuevos colegas, especialmente curiosos sobre los trucos secretos de la adivina Zeenas (Toni Collette) y su esposo borracho Petes (David Strathairn). Con la ayuda de contraseñas ocultas, hacen creer a la audiencia que pueden leer la mente. Stan descubre que él también tiene cierto talento para el arte del engaño y quiere aprenderlo todo.
"Nightmare Alley" es como dos películas en una. Dos actos muy distintos que representan el ascenso y la caída de un engañador. Después de una hora, te das cuenta de que la primera mitad fue solo un calentamiento para la historia real.
En la segunda mitad de la película han pasado dos años y nos trasladamos del barro al glamour. La ciudad ha dejado el circo con la linda "chica eléctrica" Molly (Rooney Mara) como su novia y asistente, y está perfeccionando su propio acto mentalista exitoso, diseñado para encantar a las damas y caballeros ricos en los elegantes bares de los hoteles de Chicago.
Aquí, Cate Blanchett interviene y le da a la película una energía diferente. La psiquiatra Lilith (Cate Blanchett) es una donna elegante pero fría, que desafía los éxitos de la pareja y logra envolver a Stan alrededor de su dedo meñique. Será el comienzo de una alianza peligrosa, un juego doble y un drama triangular, y aquí "Nightmare Alley" finalmente comienza a aumentar la tensión. Lilith conoce a los hombres poderosos y sus secretos, y Stan planea gastarles dinero. ¿Qué puede salir mal?